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Este 21 de marzo se celebra Día Internacional de la Lengua Materna instaurado por la Conferencia General de la UNESCO de 1999 y celebrado desde el 2000. Esto para resaltar la importancia de la diversidad cultural y lingüística para las sociedades sostenibles. 

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), en el marco del Día Internacional de la Lengua Materna, comparte la Segunda Muestra de Cine en Lenguas Indígenas. Este evento cinematográfico es una invitación al público mexicano y a las instituciones culturales para conocer una selección de producciones audiovisuales que conforman los saberes y cosmovisiones de los pueblos originarios en nuestro país.   

La programación está compuesta por 35 títulos que estará disponibles de manera gratuita del 21 al 27 de febrero en la plataforma de streaming del Imcine, FilminLatino. Cuatro de las producciones que la conforman serán funciones especiales; dos disponibles por 24 horas y dos más por 48 horas; el resto podrán verse durante los siete días que dura la Muestra.  

En esta edición, el habla de los pueblos originarios es el hilo conductor de las historias que narran las películas en las lenguas por autodenominación reconocidas como dixazà (zapoteco), bats´i k´op (tsotsil), hñähñu (otomí), náhuatl, p’urhepecha (tarasco), wixárika (huichol), jñartjo (mazahua), jiak noki (yaqui), tagálog (Filipinas).  

La curaduría de la Segunda Muestra de Cine en Lenguas Indígenas se muestra la multiculturalidad de las historias de los pueblos originarios que habitan nuestro territorio y su presente vivo, que hablan de tradiciones, fiestas, logros y retos; con la idea de que la lengua misma es un relato identitario y de resistencia.  

La muestra está dividida en seis secciones: “Mirada a grandes historias”,  son 14 historias sobre pueblos y comunidades indígenas en nuestro país; “De generación en generación”, cuatro documentales que enfatiza las herencias y tradiciones como vínculos indispensables para la historia viva de los pueblos originarios; “Con alma de niñxs”, tres ficciones y una animación que apelan a los imaginarios de cada una de sus historias; “Relatos que conmueven”, dos filmes de ficción y dos documentales conforman esta categoría para pensar en el cine como un detonador de empatía; “Mitos y leyendas”, con los recursos y posibilidades de estos géneros; “Tradiciones en manos jóvenes”, las historias existen para ser narradas y reinterpretadas constantemente;

Además, la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México se suma a la muestra con la transmisión de compilados de cortometrajes dentro de la programación de sus diferentes televisoras estatales y públicas de las secciones: De generación en generación; Tradiciones, Con alma de niñxs; Relatos que conmueven y Mitos y leyendas.   

Cabe mencionar que los títulos que conforman la Muestra incluyen miradas cinematográficas de San Blas Atempa y Juchitán de Zaragoza, en el Istmo de Tehuantepec, y de Santa María Quiegolani, en Oaxaca; del semidesierto del Valle del Mezquital y la comunidad El Águila en el Municipio de Santiago de Anaya, en Hidalgo; de Tancanhuitz, el Centro Ceremonial Tamaletom y Huichihuayán en San Luis Potosí; de San Agustín Oapan en Guerrero; Mogotavo, un municipio urique, en Chihuahua; del territorio Yaqui y de Punta Chueca, en Sonora; de Guadalupe Victoria, en Puebla; de Huixtán, Chenalhó, Tuxtla Gutiérrez; Copoya, Larraínzar y San Cristóbal de las Casas, en Chiapas; así como de Michoacán, Veracruz, Ciudad de México, Veracruz, Morelos, Querétaro y Guanajuato.   

Con esta diversa selección, el IMCINE invita a recorrer paisajes y lugares que conforman el territorio nacional, historias donde se cruzan hablantes de las lenguas originarias de México con otras latitudes como Francia, Estados Unidos, Canadá, Colombia y Filipinas, a través de esta Segunda Muestra de Cine en Lenguas Indígenas, la cual responde, desde las posibilidades de los lenguajes cinematográficos, a la importancia de mantener vivas las lenguas maternas, hablándolas y nombrándolas, como lo marcan los ejes de trabajo de la Secretaría de Cultura para que no haya ni un hablante menos, ni una lengua menos.