El realizador mexicano Julio Hernández Cordón, inaugura el 36 Foro Internacional de la Cineteca Nacional con su más reciente filme “Te prometo anarquía”, historia de unos jóvenes que se desenvuelven una sociedad llena de violencia, en medio de una crisis económica y social en la Ciudad de México.
Miguel (Diego Calva Hernández) es un joven de clase media que ha entablado una amistad con el hijo de su la trabajadora doméstica y Johnny (Eduardo Martínez Peña “Pelukaz”), su amistad va más allá y se convierten en amantes. A ellos los une su pasión por la patineta, y un negocio con el que logran sobrevivir, la venta de sangre a un poco escrupuloso paramédico Gabriel (Gabriel Casanova).
Su lugar de reunión es una tráiler abandonado, donde pernoctan, Johnny y su novia Adri (Shvasti Calderón), la relación no le gusta a Miguel quien no oculta sus celos. Los jóvenes deambulan en sus patinetas por ciudad, por las calles, en el metro, Miguel busca a Tecno (Diego Escamilla) un apenas niño que vende discos piratas en el metro, como también necesita dinero se ofrece para vender su sangre aún cuando en medio de su trabajo se desmaya.
Miguel y Tecno van en búsqueda de Johnny que trabaja como encargado de un frontón de Halayeay, con una excusa logra salirse del trabajo y hasta consigue dos donadores de sangre, todos van rumbo desconocido para “donar” su sangre.
Cuando Miguel cierra el trato recibe la noticia de que Johnny tiene hepatitis C, pero también Gabriel le tiene un negocio que le hará ganar miles a todos, necesita 50 donantes o vacas como las llaman ellos, para un grupo de narcotraficantes, los jóvenes ven una oportunidad de hacerse de mucho dinero en poco tiempo y aceptan el negocio.
Miguel se encarga de conseguir las vacas donde puede, ofrece el negocio a los empleados del negocio familiar, un salón de fiestas, les advierte que no tienen que decir nada a su mamá, pues si se entera todo se viene abajo, también con ayuda de Tecno conseguirá a unos fornidos vendedores ambulantes de discos, mientras Johnny está en el proceso de negación de su padecimiento y se dedica a pasar tiempo con su novia.
Miguel reclama a Johnny su falta de profesionalismo, pierde tiempo con la novia y por si fuera poco con su adicción al thinner o “el activo”, no le agrada nada. Los amigos logran su objetivo, entre el pequeño Tecno, Adri (aún con el peligro que tenga hepatitis), los vagoneros, los ancianos trabajadores, y señoras mayores, logran reunir 52 donantes de sangre.
Pero las cosas no van bien cuando Miguel conoce al narcotraficante con el que hará el trato, no sabe cómo reaccionar, el tipo es del norte de México por su acento, franco al hablar y no le gustan los rodeos ni que le digan que no. Le compra a Miguel la camioneta de su mamá, paga todo en efectivo y hasta le da todo el dinero acordado para el trato de la sangre.
Pero los donantes empiezan a protestar, no les agrada el trato, ni les gusta el camión de redilas donde tienen que subirse, Miguel es incapaz de mediar la situación que poco a poco se les va de las manos. Los jóvenes skaters nunca se imaginaron encontrarse en una situación así, no pueden acudir a la policía y su contacto Gabriel parece no estar de su lado ni saber que está pasando.
“Te prometo anarquía” retrata un momento en la juventud mexicana del 2015, específicamente del sur de la Ciudad de México, la banda sonora abarca desde Tree Soul My Mid, hasta bandas underground mexicanas, una cinta tan local que se convierte en universal, los jóvenes sin oportunidad, sin futuro, tanto los que tienen una posición económica acomodada como aquellos que viven en la periferia de la sociedad.
El quinto largometraje del director y guionista Julio Hernández Cordón, ganó el premio a Mejor Película en el Festival de Morelia, fue reconocido por la crítica en festivales como el de San Sebastián, Locarno, Toronto y La Habana.
Hernández Cordón declaró que no siguió un guión, fue armando la historia mientras filmaba, además eligió a no actores, adaptando sus personajes a las personalidades de los participantes, lo mismo sucedió con los elementos materiales, grabó con lentes largos, así que vemos la acción siempre a la distancia, adaptando todo con forme al presupuesto e improvisando, sin duda el realizador demuestra que no hace falta grandes presupuestos para hacer una buena cinta. (Información Dante Gutiérrez).
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