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El Mercadito  que se instala frente al Parque Fundadores de Puerto Morelos es un atractivo visual y un centro de proveeduría para habitantes y visitantes nacionales y extranjeros, que disfrutan de adquirir frutas y verduras y productos elaborados por la gente local y de otros estados como el de Oaxaca

Con una historia de más de 40 años, “El Mercadito” es un espacio en el Casco Antiguo, frente al Parque Fundadores, que nació por la necesidad de suministrar  productos a la comunidad que empezaba a surgir en Puerto Morelos, que hoy es parte de los atractivos turísticos del destino y  punto de proveeduría para habitantes de la zona y para visitantes nacionales y extranjeros.

La coordinadora de los comerciantes de este emblemático tianguis, Silvia Rubio, junto con Guadalupe Rojas, dijeron  que hace 10 años reinició una nueva etapa de este espacio de productos alimenticios, en el  que hombres y mujeres que elaboran y cosechan frutas y verduras, se instalan cada miércoles para ofrecer sus mercancías.

“No hay producto que se compre y se revenda, eso es lo que nos caracteriza en este tianguis”, destacó  la coordinadora, quien agregó que los productos orgánicos, que ofrecen  evitan prácticas contaminantes y son más saludables para los consumidores, como la fruta y la verdura de alta calidad, son parte esencial de “El Mercadito”; “se trata de un sistema de producción que fomenta y mejora la sanidad de los suelos y los ecosistemas”, agregó la entrevistada.

A estas prácticas se suman la elaboración de mermeladas.  que de manera artesanal son creadas destacando entre ellas la de Jamaica con chile habanero y especias; el pan hecho con harinas 100 por ciento mexicanas,  sin el uso de conservadores y cuya base se denomina masa madre; el café y el chocolate, que en este caso, llega desde Oaxaca, o el huevo de granja; las esencias elaboradas a base de hierbas regionales y  el ceviche de mango.

Debido a la pandemia de Covid-19, en este tianguis, que se coloca a un costado de la iglesia “San José Obrero”,  sólo  colocan el 60 por ciento de puestos que tienen originalmente, en el que los productores se han esforzado para prepararse a fin de dar la mejor atención y servicio a los residentes y visitantes, incluso aprendiendo otros idiomas. (Por: Román Martínez)